lunes, 10 de enero de 2011

Síndrome de Asperger

INTRODUCCIÓN AL SÍNDROME DE ASPERGER:

El Síndrome de Asperger está considerado generalmente como una forma de autismo y lleva el nombre del psiquiatra alemán que lo descubrió en los años 40. Los niños con quienes trabajaba Asperger tenían dificultades considerables a la hora de relacionarse y comunicarse con los demás.

Definición del síndrome de asperger:
 Es un trastorno severo del desarrollo, que conlleva una alteración neurobiológicamente determinada  en el procesamiento de  la información.

Que aspecto presenta:
La persona que lo presenta tiene un aspecto e inteligencia normal o incluso superior a la media, presenta un estilo cognitivo particular  y  frecuentemente,  habilidades especiales en áreas restringidas.

 ¿Cómo se manifiesta en las personas?
De diferente forma en cada individuo pero todos tienen en común las dificultades para la interacción social, especialmente con personas de su misma  edad,  alteraciones de los patrones de comunicación no-verbal,  intereses restringidos , inflexibilidad cognitiva y comporta mental,  dificultades para la abstracción de conceptos,  coherencia central débil en beneficio del procesamiento de los detalles, interpretación literal del lenguaje,  dificultades en las funciones ejecutivas y de planificación,  la interpretación de los sentimientos y emociones ajenos  y propios. Se manifiesta al nivel de comportamientos sociales inadecuados proporcionándoles a ellos y sus familiares problemas en todos los ámbitos.  Los déficits sociales están presentes en los aspectos  del lenguaje,  las dificultades en el ritmo de la conversación y  es frecuente la alteración de la prosodia (entonación, volumen, timbre de voz, etc.) Asimismo suelen estarlo  los patrones de contacto ocular,  gestual, etc.   En la mayoría de los casos dificultades en la coordinación motora 

Las causas del Asperger
Existe un componente genético con uno de los padres. Con cierta frecuencia es el padre el que presenta un cuadro completo de Síndrome de Asperger. En ocasiones hay una clara historia de autismo en parientes próximos.
El cuadro clínico que se presenta está influenciado por muchos factores, incluido el factor genético, pero en la mayoría de los casos no hay una causa única identificable.


Epidemiología
Trastorno muy frecuente (de 3  a 7 por cada 1.000 nacidos vivos) que parece tener mayor incidencia en niños que niñas. Recientemente reconocido por la comunidad científica,  como entidad diferenciada del autismo, es todavía poco conocido entre la población general e incluso por muchos profesionales

DIAGNOSTICO
Tres dificultades básicas:

Las personas con Síndrome de Asperger tienen problemas en la interacción social, en la comunicación y carecen de flexibilidad de pensamiento, pueden tener una imaginación pobre, intereses muy intensos o limitados y mucho apego a las rutinas. Para poder hacer un diagnóstico, es necesario encontrar distintos tipos y grados de discapacidad en cada una de estas tres áreas (normalmente conocidas como las tres dificultades básicas). Dicho esto, debemos subrayar el hecho de que existe una gran variedad tanto en la gravedad de las dificultades que se pueden experimentar como en la forma en que éstas se presentan. También debemos recordar que cada individuo con síndrome de Asperger tiene una personalidad única moldeada por experiencias vitales individuales (como el resto de las personas).

Base psicológica de la enfermedad:
Como en el caso del autismo, el Síndrome de Asperger es el resultado de un problema orgánico y no de la educación que se ha recibido. Al contrario que las personas con autismo, las que padecen síndrome de Asperger tienen menos problemas con el desarrollo del lenguaje y son menos propensas a tener dificultades adicionales de aprendizaje. La base psicológica del autismo y del síndrome de Asperger todavía no se comprende con claridad.



PERFIL DE UN NIÑO ASPERGER
El niño que padece de Asperger tiene un aspecto externo normal, suele ser inteligente y no tiene retraso en la adquisición del habla. Sin embargo, presenta problemas para relacionarse con los demás y en ocasiones presentan comportamientos inadecuados. La capacidad intelectual de los niños con Síndrome de Asperger es normal y su lenguaje normalmente solo se ve alterada cuando es utilizada con fines comunicativos. Suelen fijar su atención hacia un tema concreto, de manera obsesiva muchas veces, por lo que no es extraño que aprenden a leer por sí solos a una edad muy precoz, si ese es el área de su atención.

Un niño con este Síndrome también se encontrará afectado, de manera variable, en sus conexiones y habilidades sociales, y en el comportamiento con rasgos repetitivos y una limitada gama de intereses. Tienen una comprensión muy ingenua de las situaciones sociales, y no suelen manipularlas para su propio beneficio.
La mala adaptación que presentan en contextos sociales es fruto de un mal entendimiento y de la confusión que les crea la exigencia de las relaciones interpersonales. A pesar de sus dificultades, los niños que padecen de ese trastorno son nobles, poseen un gran corazón, una bondad sin límites, son fieles, sinceros, y poseen un sinfín de valores que podemos descubrir con tan sólo mirar un poquito en su interior.

Se considera que el Síndrome de Asperger afecta de 3 a 7 por cada 1000 niños, entre 7 y 16 años de edad. Las cifras no son exactas, pero se reconoce que es un trastorno que afecta más frecuentemente a los niños que a las niñas.

Interacción y relaciones sociales

Puede parecer que algunos niños con síndrome de Asperger prefieran estar solos a estar en compañía. Es posible que tengan una gran conciencia de su espacio personal y se muestren incómodos si alguien se acerca demasiado. Muchos se esfuerzan enormemente por ser sociables pero cuando se aproximan a los demás lo hacen con torpeza. Puede que no miren a la persona a la que se acercan o que emitan “señales equivocadas” por error. Suelen compensar estas dificultades comportándose de forma excesivamente formal. Tienen grandes problemas a la hora de captar indicaciones sobre lo que se espera de ellos en determinadas situaciones: es posible que se comporten con el director de la escuela de la misma manera como lo harían con sus amigos o con sus padres. Es también bastante probable que no sepan solucionar situaciones problemáticas de relación y que, sin darse cuenta, se comporten de forma antisocial.


Comunicación:

Los niños con síndrome de Asperger no comprenden bien los mecanismos de la comunicación,
A pesar de tener un buen desarrollo gramatical y de vocabulario. Puede que no sepan cómo pedir ayuda o cuándo imponerse. Puede que hablen con voz monótona, con escaso control sobre el volumen y la entonación. La mayor parte de su conversación gira en torno a un tema preferido al que vuelven una y otra vez con una monotonía casi obsesiva. Suelen tener problemas a la hora de entender chistes, giros idiomáticos y metáforas. Su lenguaje puede parecer artificial o pedante. La calidad de su comunicación puede deteriorarse de forma acusada en situaciones de estrés. La ausencia de expresión facial, la gesticulación limitada y la malinterpretación del lenguaje corporal de los demás son otros factores que contribuyen a sus dificultades en la comunicación.


Imaginación e inflexibilidad de pensamiento juego simbólico

Una característica de los niños con síndrome de Asperger es que sus destrezas para el
Juego son limitadas. Normalmente suelen preferir actividades mecánicas como coleccionar,
Montar o desmontar. Pueden aprender juegos de representación simbólica pero más
Tarde que sus compañeros con su mismo desarrollo. Cuando aprenden estos juegos, suelen
Volverse bastante repetitivos. Otros factores que contribuyen a esta ausencia de flexibilidad
de pensamiento son la aversión a los cambios, la preferencia por las cosas que se repiten
y el desarrollo de rutinas y rituales.

Otras dificultades

Los niños y jóvenes con este síndrome también presentan problemas con las destrezas del movimiento y reacciones poco usuales a estímulos sensoriales. Estas últimas, junto a las ya mencionadas discapacidades básicas, contribuyen a crear un conjunto de dificultades significativas, especialmente en sus destrezas para el trabajo y en su vulnerabilidad emocional.


Caracterización

Estos niños también pueden contar con aspectos positivos de importancia considerable, a pesar de sus dificultades en el ámbito social. Es frecuente que posean una memoria mecánica excepcionalmente buena; intereses extraordinariamente definidos, aunque limitados; un léxico extenso; conocimiento o habilidades profundas en las áreas científica o tecnológica.

Respuesta educativa para los niños con Síndrome de Asperger

Variaciones en la enfermedad:

Existe una gran variación en la gravedad de las dificultades que pueden experimentar las personas a quienes se ha diagnosticado el síndrome de Asperger. La forma en que se manifiestan las llamadas discapacidades básicas también puede variar enormemente. Debido a que existe un amplio espectro en las necesidades, también deben de existir en las correspondientes respuestas educativas. A la hora de satisfacer las necesidades de estos niños hay que tener en cuenta los siguientes principios:
– Una acomodación adecuada del entorno junto con la promoción de sus habilidades (particularmente en las áreas básicas de discapacidad) suele conducir al éxito en el trabajo con estos niños.
– El apoyo debe basarse en las necesidades específicas de cada niño, en vez de en un diagnóstico genérico.
– Las escuelas deben dar respuesta dentro del marco establecido por la normativa para la atención de las necesidades educativas especiales.

En la práctica, casi todos los niños con síndrome de Asperger asisten a la escuela ordinaria.
Algunos son atendidos sin necesidad de recursos extraordinarios. Otros pueden requerir la certificación como alumno con necesidades educativas especiales y, en consecuencia, distintos tipos de recursos y de apoyo. Muy pocos necesitan educación en centros específicos.

¿QUE SE DEBE HACER ANTE LA SOSPECHA DE QUE EL NIÑO TIENE ASPERGER?


En primer lugar es conveniente comentarlo con el responsable de las necesidades educativas especiales de la escuela. Éste podrá, a su vez, consultarlo con el psicólogo escolar1. Otra alternativa (especialmente si el niño no está en edad de escolarización) es aconsejar a los padres que remitan al niño al Servicio Local de Psiquiatría Infantil y Familiar o al pediatra, a través del Médico de Familia.